Nuestros talleres con mujeres en prisión son un ejercicio de libertad en circunstancias de gran opresión. Poder sentarnos a compartir un café y unas galletas y hablar de libros, leer poesía en voz alta, jugar con las palabras, escribir, discutir, proponer, planear y trabajar con estas mujeres es un privilegio; entramos cada semana conscientes de que nuestra presencia permite que este espacio transformador exista en las entrañas de una institución monstruosa. En los talleres de la colectiva las mujeres escribimos, leemos, corregimos nuestros textos, aprendemos procesos editoriales y de encuadernación artesanal.
Las mujeres que participamos experimentamos una transformación de lo que significa para cada una ser mujer y en el cómo abordamos nuestros dolores, alegrías, retos y esperanzas. En especial se transforma nuestra relación con nosotras mismas y con los y las demás.
La cultura que producimos comienza por crear un espacio de confianza y afectividad al interior del contexto carcelario, que no está diseñado para eso, sino para castigar.
Otros talleres que hemos impartido son de teatro y de radio.